Manu
La vida son etapas y "hoy", tres años después, se cierra una de las mejores que he tenido la suerte de VIVIR.
Un placer haber formado parte del EQUIPAZO de Animación Hospitalaria, donde he coincidido con personas maravillosas; y haber podido contribuir a hacer un poco más felices a quienes más lo necesitan: los niños/as hospitalizados. Los lunes no serán lo mismo, ¡¡toca comenzar nuevas experiencias!! GRACIAS POR TANTO <3
Y con este motivo, quisiera dedicar este post a Manu, al que conocí primero como paciente de oncología pediátrica y después como voluntario.
"En una de aquellas muchas mañanas en la planta de oncología pediátrica, te conocí. Escuché tus voces cantando tus canciones preferidas por los pasillos de la planta. Te vi subiéndote al carro de la comida mientras, empujado por una auxiliar, gritabas el menú: "hoy filete con patatas. ¡Rico, rico!"
O tus excusas para no hacer ejercicio en la bicicleta estática, tus paseos por el control de enfermería como Pedro por su casa para decir que tu máquina estaba pitando, mientras te subías a el simulando un viaje en patinete. Tú mandabas. Tenías tres años y eras la alegría de aquella planta. Y yo, simplemente admiraba tu ímpetu, tu carácter alegre y positivo, tu fortaleza. Y en cierta manera todos queríamos ser como tú, todos queríamos ser Manu. Después, te seguía cuando de vez en cuando salías en los medios de comunicación, vestido de bombero, entre helicópteros o como fuese. Pero siempre, transmitiéndonos tus lecciones. Después, durante muchos meses, te perdí la pista. No supe más de ti. Quizás ya estarías recuperado como yo ya lo estaba. Ojalá... Pero fue años después cuando, ya siendo voluntario de animación hospitalaria, te volví a ver. Pero cómo iba a imaginar yo que aquel Manu, de la habitación 729, de ocho años, ibas a ser tú. Entré con miedo, con el deseo de que fuese otro Manu que solo estuviese allí de paso. Pero no eras otro que tú, era tu carácter. Eras "mi Manu". Ese día me fui a casa, quizás pensando en lo afortunado que era. De conocerte, de poder ir ahora a jugar contigo, a animarte, aunque no hicieran falta hacerlo. De eso ibas sobrao. Fuiste (y lo seguirás siendo) el ejemplo que siempre menciono en todas mis charlas. Cómo no voy a mencionar a "mi Manu"...《Vivir la vida, disfrutar de las pequeñas cosas, exprimir cada instante》
Por esto y por mucho más tú no te vas. No te vas porque en cada momento te seguiremos recordando. Porque tu sonrisa, nos quedará para SIEMPRE."
Un placer haber formado parte del EQUIPAZO de Animación Hospitalaria, donde he coincidido con personas maravillosas; y haber podido contribuir a hacer un poco más felices a quienes más lo necesitan: los niños/as hospitalizados. Los lunes no serán lo mismo, ¡¡toca comenzar nuevas experiencias!! GRACIAS POR TANTO <3
Y con este motivo, quisiera dedicar este post a Manu, al que conocí primero como paciente de oncología pediátrica y después como voluntario.
Hasta siempre, campeón.
"En una de aquellas muchas mañanas en la planta de oncología pediátrica, te conocí. Escuché tus voces cantando tus canciones preferidas por los pasillos de la planta. Te vi subiéndote al carro de la comida mientras, empujado por una auxiliar, gritabas el menú: "hoy filete con patatas. ¡Rico, rico!"
O tus excusas para no hacer ejercicio en la bicicleta estática, tus paseos por el control de enfermería como Pedro por su casa para decir que tu máquina estaba pitando, mientras te subías a el simulando un viaje en patinete. Tú mandabas. Tenías tres años y eras la alegría de aquella planta. Y yo, simplemente admiraba tu ímpetu, tu carácter alegre y positivo, tu fortaleza. Y en cierta manera todos queríamos ser como tú, todos queríamos ser Manu. Después, te seguía cuando de vez en cuando salías en los medios de comunicación, vestido de bombero, entre helicópteros o como fuese. Pero siempre, transmitiéndonos tus lecciones. Después, durante muchos meses, te perdí la pista. No supe más de ti. Quizás ya estarías recuperado como yo ya lo estaba. Ojalá... Pero fue años después cuando, ya siendo voluntario de animación hospitalaria, te volví a ver. Pero cómo iba a imaginar yo que aquel Manu, de la habitación 729, de ocho años, ibas a ser tú. Entré con miedo, con el deseo de que fuese otro Manu que solo estuviese allí de paso. Pero no eras otro que tú, era tu carácter. Eras "mi Manu". Ese día me fui a casa, quizás pensando en lo afortunado que era. De conocerte, de poder ir ahora a jugar contigo, a animarte, aunque no hicieran falta hacerlo. De eso ibas sobrao. Fuiste (y lo seguirás siendo) el ejemplo que siempre menciono en todas mis charlas. Cómo no voy a mencionar a "mi Manu"...《Vivir la vida, disfrutar de las pequeñas cosas, exprimir cada instante》
Por esto y por mucho más tú no te vas. No te vas porque en cada momento te seguiremos recordando. Porque tu sonrisa, nos quedará para SIEMPRE."
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