No es lo mismo

No es lo mismo si cuando entras lo primero que ves es a una persona esperándote con una gran sonrisa, seguida de un: "visita anual, ¿eh Darío? Cómo nos alegramos de verte tan bien."

Ya me conocían, se acordaban de mí, siempre ocurre, como lo hacen con la mayoría de los pacientes. Había pasado un año de la última resonancia y hace unos días volvía de nuevo allí. Un año en el que habían podido cambiar muchas cosas en todos, pero no su humanidad, su trato, el de cada uno de los sanitarios con los que he tenido la suerte de encontrarme en estos años. Y no, no es lo mismo.

No es lo mismo si se interesan por ti más allá de lo meramente clínico, más allá de lo que se supone que es su trabajo. No es lo mismo cuando te preguntan si "¿vienes directo desde Tineo?" o "qué tal van esas oposiciones".

No es lo mismo si tienden su mano y muestran ayuda en todo momento. Si te abrazan, si te arropan.

Si te ven como mucho más que un paciente y que un número de historia. Va mucho más allá de eso. Va de personas, de compartir gustos e intereses mientras te ponen una vía o mientras te tumban en la camilla.
Va de hacerte sentir que tú eres lo más importante ahí sin dejar nunca de bromear contigo.

Va de tranquilizarte cuando la situación lo requiere, cuando crees que nada ni nadie podría hacerlo. Lo logran, siempre lo logran.

Y todo esto ocurre porque por encima de un sanitario o incluso de un paciente, está algo que a veces noa pasa desapercibido: la propia persona...

No, no es lo mismo tener a humanos así en nuestro sistema sanitario. Cada día más orgulloso de esta gente.

GRACIAS